La división de altas prestaciones de BMW juraba y perjuraba no hace mucho tiempo que jamás veríamos un M sobrealimentado, y mucho menos un todoterreno con su distintivo. Pero la vida da muchas vueltas, y probablemente el éxito del Cayenne Turbo y del propio X6 han debido de cambiar la perspectiva del fabricante. La implantación de los motores sobrealimentados, visto la que está cayendo en cuanto a regulaciones de emisiones y preocupación por los consumos, era algo que tenía su lógica, y es de esperar que tarde o temprano llegue al resto de hermanos M de la marca.
Y aquí estamos, a escasos días de la inauguración del Salón de Nueva York, lugar seleccionado para dar a conocer al mundo entero los dos todoterrenos más bestias de la historia de BMW: los X5 M y X6 M. Ambos comparten el mismo corazón, un V8 de 4,4 litros, doble sobrealimentación e inyección directa con nada menos que 555 CV. Pero si hay caballos para parar un tren, lo del par es todavía más impresionante: 680 Nm disponibles entre las 1.500 vueltas y las 5.650 rpm. Con semejantes cifras no extraña que esta atlética pareja alcance los 100 km/h en 4,7 segundos.
BMW destaca en su nota de prensa el estudio realizado en los colectores de escape, para que el pulso del flujo de gases de cada uno de los cilindros llegue al turbocompresor cada 90 grados de giro del cigüeñal, con lo que se consigue un funcionamiento muy uniforme. La sobrepresión aportada por cada turbo es de 1,45 bares, algo que es admisible a pesar de la alta compresión del motor gracias al uso de la inyección directa, que ayuda a refrigerar la mezcla momentos antes del encendido de la chispa, evitando el desagradable efecto de picado.
Las medidas Efficient Dynamics también tienen su lugar en estos dos mastodontes del asfalto, ayudando a reducir las emisiones y el consumo en la medida de lo posible. Para ello se usa una bomba de agua y una bomba de combustible eléctricas que solo dan el caudal requerido en cada momento. La bomba de la dirección asistida también bombea solo cuando su trabajo es necesario. El sistema de control activo de balanceo y de aire acondicionado también reciben bombas de caudal variable controlado por la electrónica en función de los requerimientos de cada situación. En todo caso, y a pesar de que todas estas soluciones son de elogiar por el incremento de la eficiencia energética de ambos coches, no podemos olvidar que estamos ante aparatos de un peso y un tamaño mucho más que considerables, con una aerodinámica no muy favorable, y una huella de neumático de grandes dimensiones, por lo que los consumos no son de Prius.

Pero como todo BMW M, no se puede reducir todo el coche a su motor, así que los chicos de la división se han propuesto mejorar la dinámica de estos SUV, para lo que han modificado el tarado de las suspensiones pilotadas, y del control activo de balanceo.
La electrónica cuenta ahora con dos modos de funcionamiento. En el segundo de ellos, que se activa a través de un botón con la letra "M", los controles de estabilidad, control de tracción y respuesta del motor, cambio y suspensiones reciben un tarado más deportivo, haciendo disfrutar más al conductor del manejo del coche. Comentar también que el sistema de tracción total recibe un nuevo calibrado para que su efecto de control de la guiñada sea más patente, ayudando a redondear las curvas cuando es necesario.
El equipo de frenos, por su parte, se queda con discos de diámetro de 395 mm delante y 385 mm detrás. Delante cuenta además con pinzas monobloque fijas, algo que se llevaba mucho tiempo reclamando en muchos de los coches de BMW M, que seguían teniendo pinzas flotantes monopiston y a la postre sufrían de fadding. Con estas medidas, detener las más de 2,2 toneladas de ambos modelos (concretamente pesan 2.380 kg) será una tarea cuanto menos alcanzable.
El contacto con el suelo lo ponen unas llantas de 20" calzadas con gomas 275/40 R20 delante y 315/35 R20 detrás. La estética exterior recibe detalles en paragolpes, aletas y una branquia sobre la rueda delantera, completando una imagen general que si bien es tremendamente musculosa y deportiva, tampoco es estridente o barroca. El interior recibe algunos detalles diferenciadores, pero es de lejos mucho menos impresionante o agresivo que el exterior, hasta el punto de que podría resultar complicado diferenciar el habitáculo de la versión normal de este M. Mas detalles y fotos en vivo tan pronto de comienzo el Salón de Nueva York. Esperemos que BMW incluya un vídeo promocional con el bramido del motor.
Autoblog
domingo, 5 de abril de 2009
Pre-Salón de Nueva York: BMW X5 M y BMW X6 M
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